Con esta receta, tan propia de estas fechas, la Cazuela Vegana os desea unas felices fiestas a todos. Que lo paséis muy bien con los vuestros y que, para el año que viene, sólo desear una mayor comprensión y respeto hacia los más desfavorecidos, tanto personas como animales, y que cada uno intente aportar su granito de arena, día a día, para mejorar y conservar este mundo tan maravilloso. ¡FELICES FIESTAS!
Ingredientes
250 gr de chocolate negro de cobertura (sin ingredientes de origen animal)
2 cucharadas de margarina vegetal (sin grasas hidrogenadas)
100 gr de galletas
100 gr pasas
100 gr frutos secos (almendras, nueces, anacardos, avellanas, ...)
Elaboración
Fundir al baño maría el chocolate, sin que el agua llegue a hervir. Añadir la margarina y mezclar. Reservar caliente.
Trocea las galletas y los frutos secos. Incorpora al bol del chocolate y mezcla muy bien. Vierte la masa en una bandeja o plato con papel de horno. Has de apretarla muy bien y estirarla para que quede como una placa. Cubre con otro papel de horno y alisa la superficie con la ayuda de un rodillo de amasar. Introduce en el frigorífico y enfría como mínimo 2 horas.
Una vez frío, trocea en cuadraditos y sirve.
Notas
Puedes variar los frutos secos a tu gusto o añadir arroz inflado, en incluso darle algún toque de licor (ron,...)
He de decir que, pese a estar escribiendo esta receta, no he sido yo quien la ha cocinado, pero sí degustado. El autor ha sido mi chico (aún no me acostumbro a lo de marido) que es un entusiasta de todas las setas y hongos en general y de los rebollones en particular -ves cariño, al fin has conseguido aparecer en el blog!, muuacc!-. Es una receta muy sencilla pero... deliciosa!
Ingredientes
una bandejita de rebollones
aceite de oliva
sal en cristales
2 dientes de ajo
un poco de perejil fresco
Elaboración
Limpiar uno a uno todos los rebollones, con el mínimo de agua posible y secarlos. Abrirlos por la mitad para descartar los posibles habitantes, y no estoy hablando de gnomos...
Una vez limpios y revisados, asarlos en una sarten con un chorrito de aceite de oliva. Ves dándoles la vuelta hasta que estén dorados. Mientras, elabora un picadillo con el ajo y el perejil y la ayuda de un mortero. Cuando esté bien picado, añade un poco de aceite y emulsiona bien. Reserva.
Sirve los rebollones calientes con un poco de picadillo por encima y espolvorea una pizca de sal en cristales (o de la normal). Ah! Aconsejo un buen trozo de pan para ir mojando y comiendo... uuummmhh!
